Jack el destripador
A más de ciento veinte años de los desgarradores asesinatos a cinco mujeres en el barrio de Whitechapel en la ciudad de Londres, todavía no se ha conocido la identidad del creador de los crímenes, apodado jack el destripador.
Los hechos sucedieron entre el 31 de agosto y el 9 de noviembre del año 1888; una cualidad muy importante que se pudo observar fue, que todas las damas asesinadas ejercían como profesión la prostitución. Las cinco prostitutas fueron encontradas con lesiones muy graves en el cuello, ya sea degolladas o casi decapitadas.
Por otra parte también se encontraron otro tipo de lesiones en el cuerpo, el asesino daño órganos claves para toda mujer como son los ovarios, el útero, el riñón y también el corazón. Estas heridas pueden llegar a demostrar que el victimario realizo el crimen hacia esas mujeres debido a la indignación o falta de respeto que daba a lugar la profesión de las victimas.
Luego de muchas investigaciones todavía no se ha encontrado un culpable pero todavía hay una lista de posibles sospechosos que podrían haber realizado la masacre. En la lista se encuentran dos médicos Francis Tumblety y Tomas Nell, ya que se supuso que el que podría haber realizado el asesinato tendría que saber la ubicación de los órganos. También se encontraba un presidiario demente llamado Michael Ostrog, un abogado, Montagne J. Druitt, un hombre el cual había envenenado a su esposa por lo cual se lo tenía en la mira Severin Klosowski y por ultimo un Duque, quien era nieto de la reina Victoria.
Debido a las heridas en la victimas, la policía llego a la conclusión de que Jack debía ser medico, ya que se determino que el arma con la cual mataba a las mujeres era un bisturí, y por como estaban dadas las lesiones se supuso también que era zurdo. Gracias a estas conjeturas, se pudieron descartar a varias personas de la lista de sospechosos, quedando solo los dos médicos Tumblety y Nell.
Una cualidad muy curiosa de este asesinato en cadena, fue que llegaron cientos de cartas a los diarios Londinenses simulando ser del creador de los hechos, pero solo tres de esas fueron enviadas por el autor del crimen. La última de estas tres cartas venia acompañada con medio riñón de una de las victimas, un acto muy sarcástico del asesino.
Mas allá de todas las investigaciones realizadas y las conjeturas y conclusiones que se sacaron, la policía hasta hoy en día todavía no sabe quien fue el creador de esos abruptos crímenes a las prostitutas del barrio de Whitechapel.
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